Parlamentarias/os europeos han conocido la situación en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos de la mano de una diversidad de actores sociales.

Una delegación parlamentaria, liderada por el Foro Europeo por los Derechos Sexuales y Reproductivos, ha visitado El Salvador de la mano de las organizaciones locales Colectiva Feminista para el Desarrollo Local y Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, que trabajan para mejorar las condiciones de vida de las mujeres y las niñas en dicho país. Además de las y los parlamentarios integrantes de intergrupos afines en Bélgica, Reino Unido y Finlandia, en este viaje de estudio han participado el diputado del Parlamento Vasco Iñigo Iturrate y la diputada del Parlamento Catalán Jenn Díaz.

El objetivo principal de la visita de estudio, realizada entre el 15 y el 23 de septiembre de 2023, era conocer las principales preocupaciones respecto a la situación en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos en El Salvador, con especial atención al embarazo adolescente, el aborto, la educación sexual, el feminicidio y la falta de acceso a la información pública. 

La delegación ha recibido información y análisis a través de numerosos encuentros con representantes de diferentes embajadas presentes en el país, entre ellas la delegación de la Unión Europea; con diputados y diputadas del Parlamento Salvadoreño,  y con representantes del Fondo de Población de Naciones Unidas y de ONU Mujeres entre otros actores sociales.

Además, los y las diputadas tuvieron también oportunidad de participar en el Tercer Congreso sobre Educación Sexual Integral (ESI) donde compartieron con docentes, estudiantes y personas expertas diversas buenas prácticas puestas en marcha en el paso y los retos actuales que se derivan de la falta de voluntad política y de planes educativos que permitan la incorporación de la educación sexual.

La visita al Hospital Nacional De La Mujer y el encuentro con su personal médico ha permitido a la delegación profundizar sobre las causas de los numerosos desafíos que enfrentan cada día por la falta de recursos humanos y económicos, la interrupción de la cadena de suministro de anticonceptivos, en particular el implante, o la insuficiente financiación de sus servicios.

Las y los parlamentarios finalizaron el viaje de estudio con el encuentro con la familia de Beatriz, una joven de 21 años que, con un embarazo de riesgo (padecía lupus, artritis y problemas renales, y el feto se desarrollaba con una malformación incompatible con la vida), y después de sufrir una emergencia obstétrica, fue acusada de abortar por personal sanitario y tardíamente intervenida después de que se instara a ello desde la Corte Interamericana de Derechos humanos. Beatriz falleció a consecuencia de las secuelas cuatro años después, en 2017. En 2022 la Corte Interamericana de Derechos Humanos empezó a investigar por primera vez las consecuencias de la penalización absoluta del aborto que se recoge en el Código Penal salvadoreño como delito bajo cualquier circunstancia. A través de dos reformas —una realizada al Código Penal y otra a la Constitución— el aborto quedó penalizado en todas sus formas en 1998, y se castiga hasta con 50 años de cárcel a las mujeres que abortan y con 12 años de cárcel al personal médico que realiza la intervención. La criminalización hace que muchas/os profesionales sanitarios violen el secreto profesional y, para evitar ir a la cárcel, denuncien a sus pacientes ante sospechas de abortos intencionados. Si la Corte Interamericana emitiera un fallo  favorable para la familia, este podría agrietar la legislación contra el aborto más restrictiva del continente.

Las y los integrantes de la delegación parlamentaria europea se han comprometido a actuar, mediante una declaración conjunta, para que sus respectivos gobiernos incrementen los esfuerzos para que el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos sean una realidad en todo el mundo.

El Salvador, uno de los países con menos derechos sexuales y reproductivos en América Latina

El Salvador es uno de los países con las tasas más altas de embarazo adolescente en América Latina, con una tasa de fecundidad de 89 cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años, por encima de la tasa total de América Latina.

Tal y como se indica en el Atlas de la Anticoncepción en América Latina y Caribe impulsado por el Foro Parlamentario Europeo, la puntuación de El Salvador es baja (del 42%):  aunque los métodos anticonceptivos están disponibles en los centros de consulta, la falta de educación sexual hace que muy pocas mujeres utilicen estos servicios. Dado que la edad media de inicio de las relaciones sexuales es de 13 años y que no se dispone de anticonceptivos de emergencia, los embarazos adolescentes siguen siendo demasiado frecuentes.