La Declaración Política aprobada en la Comisión sobre Población y Desarrollo de Naciones Unidas pone los derechos humanos y la igualdad de género en el centro.

Entre el 29 de abril y 3 de mayo, los Estados miembros de las Naciones Unidas se han reunido para celebrar en Nueva York la Comisión de Población y Desarrollo (CPD57) y debatir los avances y retos del programa de la Conferencia sobre Población y Desarrollo de El Cairo (CIPD), el histórico Programa de Acción (PdA), que reconoció la importancia de la salud y los derechos sexuales y reproductivos para las vidas de las personas como parte de los derechos humanos y como factor fundamental para el desarrollo sostenible. El mundo ha evolucionado desde 1994, presentando incertidumbres sin precedentes y múltiples crisis. En este contexto, el PdA de la CIPD no es sólo un documento histórico, sino una agenda viva que exige una acción inmediata y un avance continuo para abordar las complejidades de los retos globales actuales.

En las semanas anteriores a la CPD57, los y las representantes de los Estados miembros han llevado a cabo negociaciones para acordar una Declaración Política que reconfirme su compromiso con el Programa de Acción de la CIPD y su aplicación acelerada. A pesar de que muchos países reclamaron un documento final progresista con elementos importantes para mejorar la vida de las mujeres, las niñas y los grupos estructuralmente excluidos, los avances logrados este año en la Comisión fueron limitados. Dicho esto, se adoptó una Declaración Política que pide la realización de los derechos humanos para todas las personas y el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.

Esta Declaración representa un resultado acordado, teniendo en cuenta la importancia del año. Con ella se reafirma que la CPD sigue siendo uno de los espacios internacionalmente reconocidos para que los países y la sociedad civil debatan y avancen en sus compromisos con la salud y los derechos sexuales y reproductivos, que también forman parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS 3.7 y 5.6). Las crisis múltiples y superpuestas, como la pandemia de Covid-19, las crisis climáticas y humanitarias y el retroceso de la agenda han sido perjudiciales para la aplicación de la agenda de la CIPD, y el telón de fondo tiene que ser restaurado rápidamente.

Al reafirmar su compromiso con la plena aplicación del PdA y el seguimiento de los compromisos internacionales y regionales, los Estados miembros se comprometen de nuevo a hacer realidad los derechos sexuales y reproductivos y a garantizar el acceso de las personas jóvenes y adolescentes a los servicios de salud sexual y reproductiva, entre otras cuestiones relevantes. El documento aprobado insta a seguir actuando para ampliar la financiación del desarrollo sostenible, haciendo referencia al derecho al desarrollo y subraya la interrelación de la CIPD con los «procesos multilaterales pertinentes».

Ahora es de fundamental importancia que:

  • los compromisos adquiridos hace 30 años con el PdA de la CIPD sean cumplidos con acciones concretas para dar solución a los «asuntos pendientes», especialmente en lo que se refiere a las tasas de mortalidad materna, el uso de anticonceptivos y la discriminación sexual y de género, la educación sexual y las practicas nocivas;
  • se agilicen medidas conjuntas para conseguir una financiación adecuada y predecible que permita el cumplimiento universal de los derechos en materia de salud sexual y reproductiva para todos;
  • se apoye el multilateralismo y la labor imprescindible que llevan a cabo las Naciones Unidas y que las metas y objetivos de la CIPD se lleven a las plataformas multilaterales pertinentes, en particular, la Cumbre del Futuro y sus resultados, para que podamos alcanzar los ODS en 2030 e influir en la agenda posterior a 2030 en aras de un futuro resiliente y sostenible.

Publicado el 7 mayo, martes, 2024

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