Como integrante de la Countdown2030 Europe, nuestra organización se une a esta declaración que recuerda a la Comisión Europea la importancia de incluir en la nueva Estrategia Global de Salud de la Unión Europea que se está elaborando, la salud sexual y reproductiva y los derechos asociados.

No importa dónde vivas, a quién ames o el contenido de tu cartera. Tienes derecho al más alto nivel posible de salud, a la igualdad de género y a la equidad sanitaria. Todas las personas tienen derecho a tener la atención que necesitan sin temor a quedar en bancarrota. Para garantizarlo, hay que alcanzar la cobertura sanitaria universal (CSU) y, como ámbito fundamental de ella, el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR).

En mayo de 2022, la Comisión Europea anunció que renovaría la Estrategia Global de Salud de la UE, que se publicó por primera vez en 2010 y que ahora está consultando a las partes interesadas, incluidas las organizaciones de la sociedad civil. Esta renovación de la Estrategia se viene pidiendo desde hace tiempo por parte de las organizaciones de la sociedad civil, porque la actual ya no es adecuada para su propósito y no contempla varios aspectos importantes, entre ellos la salud y los derechos sexuales y reproductivos. La pandemia del COVID-19 ha demostrado claramente que pertenecemos a una sociedad interconectada y que dependemos unos/as de otros/as. Lo que afecta a una persona nos afecta a todas, y por ello somos más fuertes juntas.  La pandemia también ha mostrado las grietas de nuestros sistemas y que no estamos en camino de alcanzar en 2030 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y especialmente el ODS 3 sobre salud. La renovación de la Estrategia Global de Salud de la UE llega, por tanto, en un momento crucial para invertir esta tendencia y poner en primer plano la solidaridad y el derecho a una atención solidaria para todas las personas.

La Comisión Europea tiene una oportunidad única para promover el derecho a la salud y hacer avanzar al mundo en la consecución de los ODS y de la cobertura sanitaria universal (CSU). La promoción de esta es fundamental para alcanzar el ODS 3 sobre la salud y para hacer realidad que todas las personas puedan tener el más alto nivel posible de salud sin sufrir por ello dificultades financieras. El derecho a ello incluye todo el espectro de servicios sanitarios esenciales y de calidad. Este estándar no puede lograrse sin incluir un paquete completo de servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos basado en la definición de Guttmacher-Lancet. Debe incluir, en particular, la atención prenatal, el parto seguro y el posparto; el aborto seguro y la atención postaborto; la anticoncepción; la prevención y el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH; la infertilidad, las infecciones del tracto reproductivo y los diversos tipos de cáncer ginecológico, y los servicios para hacer frente a la violencia de género. Además de ser esenciales para alcanzar el ODS 3 sobre salud, la salud y los derechos sexuales y reproductivos son condiciones previas necesarias para la igualdad de género (ODS 5) y para acabar con la pobreza (ODS 1), y contribuyen también a mejorar los logros educativos (ODS 4).

Si la Comisión Europea quiere que su Estrategia Global de Salud alcance sus objetivos y, en particular, que haga avanzar las agendas de los ODS y la cobertura sanitaria universal, debe:

  • Reconocer la salud y los derechos sexuales y reproductivos como componentes indispensables e integrales de la cobertura sanitaria universal y de la propia Estrategia Global de Salud, fundamentales para la realización del derecho a la salud y el desarrollo sostenible, y condición previa necesaria para la igualdad de género, la no discriminación y el fin de la pobreza;
  • Comprometerse con un enfoque interseccional de la salud sexual y reproductiva basado en los derechos, promover el respeto de estos derechos en todas las personas y apoyar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva integrados y completos para todas las personas que los necesiten, independientemente de su edad, estado civil o socioeconómico, discapacidad, raza o etnia, orientación sexual, identidad de género y características sexuales; 
  • Implicar activamente a las comunidades en el desarrollo y la aplicación de la Estrategia Global de Salud, ya que su participación es crucial para establecer servicios sanitarios que respondan a las necesidades locales de las comunidades;
  • Dar prioridad a la financiación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en los programas de la UE a nivel nacional, regional y mundial, y apoyar financieramente a las organizaciones sociales que llevan a cabo programas de divulgación, sensibilización, prestación de servicios y defensa de la comunidad, todos ellos cruciales para la salud y los derechos.
  • Seguir exponiendo y apoyando los compromisos mundiales, regionales y nacionales en favor de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en los foros multilaterales, incluidas las Naciones Unidas, y en los diálogos políticos con los países aliados o socios.

Podemos decidir como sociedad actuar juntos/as por la salud de todos/as nosotros/as. Sólo así la Comisión Europea y la UE en su conjunto garantizarán el derecho al más alto nivel posible de salud, a la igualdad de género y a la equidad sanitaria para todas las personas, dentro y fuera de Europa

Texto: Marie Tempesta / Ilustración: Daniela Yankova – shadowschaser

 

Publicado el 23 septiembre, viernes, 2022

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