El intergrupo cierra el curso recorriendo las páginas del informe UNFPA 2024 de la mano de Monica Ferro, representante de este organismo mundial.

El Intergrupo Parlamentario sobre Población, Desarrollo y Salud Reproductiva ha acabado el curso con la presentación del Informe sobre el Estado de la Población, que publica el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y es la publicación anual de referencia en el mundo sobre dinámicas poblacionales y salud sexual y reproductiva. Para explicar el contenido del informe nos ha acompañado Monica Ferro, responsable de la oficina de UNFPA en Londres, y hemos contado con la participación de parlamentarias y parlamentarios integrantes de las comisiones de igualdad, cooperación internacional, sanidad y exteriores del Congreso de los Diputados.

El informe UNFPA 2024, con el título de Vidas entrelazadas, hilos de esperanza: eliminar las desigualdades en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos, hace balance de los 30 años transcurridos desde que en 1994 los gobiernos del mundo se comprometieran, en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo (ICPD por sus siglas en inglés), a convertir la salud y los derechos sexuales y reproductivos en un eje central del desarrollo sostenible. Monica Ferro ha recorrido sus páginas, centradas “en la equidad y la interseccionalidad”, y ha señalado que los datos recogidos muestran que en los últimos 30 años “ha habido enormes avances” pero estos no han llegado a las comunidades más excluidas y que sufren discriminación por estar en situación de pobreza, pertenecer a minorías étnicas o estar atrapadas en entornos de conflicto, entre otros motivos.

Entre los grandes avances, la responsable de UNFPA ha recordado que desde 1994 más de 160 países han aprobado leyes contra la violencia doméstica; la tasa de embarazos no intencionales ha disminuido casi en un 20%; de una mayoría de países que criminalizaban la diversidad sexual y de género se ha pasado a que un tercio de países no la criminalicen, y más de 60 países han mejorado el acceso al aborto seguro. Pero Monica Ferro advierte de que el Fondo de Población de Naciones Unidas está constatando también “una desaceleración o estancamiento” de los datos positivos en los últimos años, junto con un aumento de las desigualdades y de intentos de hacer retroceder los avances, tanto a nivel internacional como sobre todo dentro de los países. Sólo un dato: “entre 2016 y 2020 la reducción anual de la mortalidad materna a nivel mundial ha sido de cero”. Ferro lamenta que no se está llegando a la población que ha sido dejada atrás, y que por tanto los avances están llegando a las personas que ya estaban en mejor situación. “Y no llegamos”, señala, “porque, entre otras cosas, no sabemos quiénes son”. En este sentido, ha hecho énfasis durante el encuentro con las y los parlamentarios en la importancia de una buena recopilación y análisis de datos en cada comunidad humana, de manera que se dé visibilidad a las personas excluidas.

Inversiones, educación, datos fiables y solidaridad

El informe UNFPA muestra que, en palabras de Monica Ferro, “la equidad es posible”. El Fondo de Población de Naciones Unidas insta a las y los responsables políticos a actuar con inversiones, educación, solidaridad y soluciones adaptadas. El informe recalca la importancia de adaptar los programas a las necesidades de las comunidades en lugar de seguir enfoques genéricos a gran escala, y de empoderar a las mujeres y las niñas de modo que conciban y pongan en ejecución soluciones innovadoras. También recuerda el organismo de Naciones Unidas que invertir más en salud sexual y reproductiva generaría grandes beneficios sociales y económicos “a nivel individual, social y nacional”, sobre todo a la luz de algunos datos que comparte el organismo mundial, como que la violencia de pareja representa el 5 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, y casi el 15 por ciento del PIB de África Subsahariana.  En cuanto a la educación sexual, UNFPA resalta que se asocia con el retraso en la edad de la primera relación sexual, con un aumento de la utilización de métodos anticonceptivos y con una reducción de las tasas de embarazo en la adolescencia, y que “los programas que enlazan la educación sexual integral con servicios de salud sexual y reproductiva accesibles y adaptados a los jóvenes han demostrado ser especialmente eficaces a la hora de reducir los embarazos no intencionales”. Por último, UNFPA muestra con datos y también con las historias de líderes sociales que llenan las páginas de su informe que los logros de los últimos treinta años son deudores de los movimientos feministas y otros movimientos sociales. UNFPA llama a tener en cuenta “el poder de la representación en la toma de decisiones “, por ejemplo con el liderazo de la comunidad en programas de prevención y de adaptación de los servicios sanitarios a las necesidades locales, y a reconocer la importancia de la participación electoral y en general de la acción colectiva.

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